Catalanas calientes

Las elecciones. Ha sido tomarle el pulso a la campaña y un poco más y se rompe el termómetro. A falta de ideas, calentura. Y como el insulto no cuela, hemos probado con el tanga. A Carmen de Mairena le han dicho que enseñe una teta en la Universidad e imite a Bécquer (Montilla, te voy a hacer papilla. Pura poesía). A la expepera Montserrat Nebrera le han tejido una historia pseudo-porno para recordar que la mierda y la corrupción flotan por todas partes. Y por último, las juventudes del PSC nos dicen, con imágenes de una muchacha gimiendo ante una urna, que votar es un placer. Esperemos que el orgasmo no sea como las elecciones. Uno cada cuatro años.

El papel de las mujeres en la Iglesia

La Santa Sede lo tiene claro. ¡Cambio el Pronto por brillo! Las señoras a pasar el paño y los curas, el cepillo. Y además, si preguntas a las monjas que participaron limpiando el óleo del altar en la ceremonia de consagración de la Sagrada Família están más contentas que unas pascuas (floridas). Ellas y Benedicto XVI. Polémica zanjada.


Además siempre hay gente ligada a la Iglesia mucho más progresista. Sin ir más lejos, José Antonio Bohuytron, un sacerdote peruano ha decidido introducir a la mujer en la sacristía. Claro que lo ha hecho por el camino fácil. El marido de esta señora -empleada del religioso durante 15 años- les sorprendió in fraganti mientras se daban la paz o la bendición. Frases como 'Ahorita voy y denuncio a la policia' (el marido) y 'Cálmese, cálmese... Me han tendido una trampa' (el sacerdote) no resonarán en ninguna iglesia. Alabemos al Señor.