miércoles, 27 de enero de 2010

Adiós a las sábanas frías

Ante la crisis, materia gris. Los cerebros de una cadena hotelera se han puesto a pensar y han tenido una idea de bombero. Y no por equivocada, sino por ardiente. Se trata de los calentadores de camas. Hasta ahora llegabas a tu habitación, recogías las toallas en forma de cisne sobre la cama, te duchabas y cuando salías, sinó morías de hipotermia por el aire acondicionado, lo hacías dentro del sobre (justo después de luchar tres horas en gayumbos para quitar la colcha y las sábanas recién puestas bajo el colchón con Superglue).
Pues bien, a partir de ahora podremos marcar el 0 o el 9 y pedir a recepción un calentador de camas. ¿Innovador, verdad? Pues no. Este servicio siempre ha existido. Bastaba con deslizar un billete en recepción y aparecía una muchacha muy profesional mascando chicle que llevaba la calefacción incorporada. Eso era fácil de explicar. Lo díficil a partir de ahora será hacer creer en casa que te han promocionado en el hotel como bolsa de agua caliente.

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