sábado, 14 de noviembre de 2009

Pósters de habitación

Ni sondeos, ni informes PISA, ni leches. Los pósters de habitación son el reflejo de lo que palpa la chavalería. Que si un futbolista, un músico, algún crucifijo...
Los niños necesitan héroes que idolatrar y nosotros antihéroes que lapidar, para demostrarles cual es el camino recto. El último villano público es Guti. Está de moda vilipendiarle e imitarle riduculizándole. Y ¿por qué? Porque ya no mete como antes (al menos dentro del campo)
Pues hombre, dentro de su chabacanería y garrulería, al menos Guti es real como la vida misma. Como su amigo CR7, no son más que un reflejo de lo que puede dar de sí el dinero en manos del palurdo, pero se les ve venir de lejos. Mucho más perverso es aplaudir a los evangélicos Jonas Brothers que forran carpetas y venden castidad, mientras se hacen ricos a costa de los niños del planeta. ¿Alguien se ha creído el cuento de que la pía Hanna Montana baila y mueve el culo en mallas para el Señor? Pregunten por Disney y los balances a final de año.
Mi consejo es que, a partir de ahora, vigilen de cerca qué posters cuelgan de la habitación de sus vástagos. No seré yo quien anime a nadie a colgar la foto de alguien con quien no puedo estar de acuerdo. Porque amigo Gutiérrez, ¡yo si te imagino en una discoteca con 60 años!

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