El Ondas a Jorge Javier

Trae cola el Ondas al Mejor Presentador de Televisión concedido a Jorge Javier Vázquez. Una polémica que arrancó de la sorprendente negativa de Àngels Barceló y Carles Francino a entregarle el galardón al presentador de Sálvame en aras a una absurda dignidad de la profesión.
Una vez más, se confunde la velocidad con el tocino. Un deporte que se practica con demasiada frecuencia. De hecho, de un tiempo a esta parte existe una empanada general que mezcla periodismo con show, información convencional con entretenimiento. Así lo dicen las encuestas a pie de calle que tienden a situar a las Patiño de turno como referentes del periodismo nacional. Nada ayuda tampoco la bochornosa línea editorial de algunos telediarios, más cerca del gore y la anécdota que del rigor y el análisis.
En este caso no se trataba de juzgar al género ni tan siquiera al programa. Se trataba de reconocer al tipo que conduce con humor un espacio que entretiene y llena un plató a diario por carisma, tablas y agilidad mental. Un presentador que ha sabido reinventarse tras una etapa tomatera en la que llegó a tomarse tan en serio lo que contaba que creyó elevar el cotilleo a la altura de noticia.
Negarle el galardón no hace otra cosa que poner en evidencia a los mismos que se lo niegan. Es equiparar lo rosa con la realidad; comparar los polvos pactados con hechos contrastados y hacernos creer que es lo mismo indagar y perseguir una noticia que meter las narices en la intimidad ajena hasta la náusea. Sinceramente no. No nos lo podemos permitir.